Está estrechamente relacionado con la estética «orgánica» del romanticismo el concepto de sinestesia: la fusión de formas de arte separadas. La idea era lograr una unidad mística de las artes y una correspondiente unión de los sentidos, para llegar a un «supersentido» que pudiera percibir lo infinito. Runge colaboró con el poeta Ludwig Tieck y el compositor Ludwig Berger para lograr una realización sinestésica de su serie de cuadros Las horas del día.
La obra de arte sinestésica aproximaría la capacidad infantil de asimilar sensaciones diferentes en una percepción holística y visionaria